martes, 11 de diciembre de 2012

Un sábado cualquiera


“Sigo confiando en la asertividad de estar en el lugar y en el momento justo”, escribo esto en alguna pausa durante la gira de anoche, y como no hay mal que por bien no venga donde el reci que no vi termina la aventura empieza y el trío recién formado disfruta los primeros cocketeles de la noche en el agraciadísimo patio de Soria.  Una pasadita por Río Café, para no perder la sana costumbre, aunque el destino final (mas no el último) sea el Podestá, más porque el cuerpo pide baile que por ninguna otra razón. Visita a unos pájaros en la pared antes de tocar fondo en Miloca, y el sol hace horas que salió.
Lo que quiero decir, más bien: armar un buen combo y agrandar la noche cada tanto no está nada mal.

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