Este verano usurpador, que le va ganando unas
cuantas noches al otoño, empuja sin prisa pero sin pausa hacia los confines del
amor. La noche posterior a la de luna llena es igual de seductora y melosa que
la anterior, y qué mejor que endulzar los oídos con cuerdas de ukeleles para
pasear por el paraíso del cariño dual. Con la intención de emprender un viaje
retro, el GPS de papel indica en el Plano 15 el destino: Vuela el Pez.
“Vamos a hacer unos
covers de amor” larga
Vero nomás, mientras unos corazones metalizados le cuelgan por sobre la cabeza.
Y sin anestesia, se despachan con Baby I
love you, ese clásico ramonero que derrite hasta al más punkie. Tonight you belong to me, y así van
destilando toda esa dulzura que encierran entre la voz y las cuerdas. Anuncian
la venida de boleros, en respuesta a un público ávido del ritmo de la pasión: Tanto tiempo disfrutamos de este amor, nuestras
almas se acercaron tanto así, y siento el cuerpo flotando en el éter, el
corazón hinchado como una picadura de tábano y la sonrisa plantada entre
la pera y la nariz.
Qué bien que suenan, cuánto amor en el aire! Se despiden con
dos del Rey: Love me tender (título
también de la fiesta de esta noche) y Unchained
melody. Ni los globos-corazones hincados delante del escenario pueden creer
tanto querer. Sumergidos como estamos en ese mar de amor, nos quedamos quietos
a la expectativa, sabemos que más ukekeles están en camino.
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