“Hace 1.40hs
me preguntaron si no me parecía que pusieran las mesas. Me parecía que no”. Esa frase, dicha hacia el final del show
por el propio Pablo Malaurie, sirve a modo de resumen de lo que fue la fecha
presentación de su segundo disco, El Beat
de la Cuestión, en La Trastienda. Editado en junio de este año, en su
producción volvió a participar Manza y esta vez el Juglar Anónimo se dejó
acompañar por una banda con la que logra un sonido muchísimo más intenso que el
que guió la búsqueda de su antecesor, El Festival
del Beso.
Cargado de sintetizadores y samplers, Malaurie
se pasó a las guitarras eléctricas, batería
y bajo para los Mentettes Tomás Molina Lera y Adrián Rivoira, y el monstruo
inigualable de Nacho García timoneando teclados. Los cuatro forman una pared
sólida de canciones que arrasan, rockero e intenso, erizan la piel y encienden
el alma. El sonido en el lugar es impecable, la conexión entre los músicos es
evidente. Pablo está feliz y agradecido, y lo dice y lo muestra y se entrega.
Van alternándose temas de los dos albumes, “Ahá
mhm”, “No te hagás la leidi” y mi favorito: “Seymour Cassel”. “Desalineada”,
con la hipnótica trompeta de Kinki, “La mía”, “Pasto en la espalda” sonaron
junto a “Vení” y no faltaron los hits “Carmencita” y “El miedo no”, que
interpretaron Nacho y Pablo a dúo, retomando el modismo intimista en el que
fueron grabadas originalmente. “Motel Shangai” en una versión 2.0 con banda
completa. Hay invitados de lujo, Pablo Font y Diego Chamorro se suman a la celebración.
El hilo conductor es el mismo: en todas las
canciones se luce esa marca registrada, ese falsete que lo obliga a fruncir el ceño y apretar el gesto, que
invita a un viaje musical y que seduce e hipnotiza. La intensidad, el color de su
voz, la potencia infinita. Escucharlo con los ojos cerrados y dejarse llevar,
que la lírica de sus letras y esta otra faceta de experimentación electrónica nos
deje flotando en el aire, nos atraviese la cabeza como flechas y nos vuele la
peluca. Todo eso está pasando acá mismo en La Trastienda. No podría pedir más,
pero guardan todavía una sorpresa.
Maxi García y Pablo De Caro suben, los tres al
frente del escenario con“Infinito” y “Chutazo de amor”, y lo que perfilaba
fiesta perfecta se torna momento histórico: Mataplantas resucita por un rato y
el lugar explota, se prenden fuego los pies de los amigos que vinieron a hacer
el aguante y están ahora saltando y chocándose. Algunas más de El Beat para un
final a todo trapo. Se trató de un recital cargado de emoción y calidad. El Beat de la Cuestión, si de descifrarlo
se trata, la presentación en vivo del disco dio cuenta de que en la música nueva
Malaurie encuentra la respuesta.
cómo estuvo de gente? bailaron mucho?
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