lunes, 12 de agosto de 2013

se vino el maremoto - Pablo Malaurie en La Trastienda



Hace 1.40hs me preguntaron si no me parecía que pusieran las mesas. Me parecía que no”. Esa frase, dicha hacia el final del show por el propio Pablo Malaurie, sirve a modo de resumen de lo que fue la fecha presentación de su segundo disco, El Beat de la Cuestión, en La Trastienda. Editado en junio de este año, en su producción volvió a participar Manza y esta vez el Juglar Anónimo se dejó acompañar por una banda con la que logra un sonido muchísimo más intenso que el que guió la búsqueda de su antecesor, El Festival del Beso.

Cargado de sintetizadores y samplers, Malaurie se pasó a las guitarras eléctricas, batería  y bajo para los Mentettes Tomás Molina Lera y Adrián Rivoira, y el monstruo inigualable de Nacho García timoneando teclados. Los cuatro forman una pared sólida de canciones que arrasan, rockero e intenso, erizan la piel y encienden el alma. El sonido en el lugar es impecable, la conexión entre los músicos es evidente. Pablo está feliz y agradecido, y lo dice y lo muestra y se entrega.

Van alternándose temas de los dos albumes, “Ahá mhm”, “No te hagás la leidi” y mi favorito: “Seymour Cassel”. “Desalineada”, con la hipnótica trompeta de Kinki, “La mía”, “Pasto en la espalda” sonaron junto a “Vení” y no faltaron los hits “Carmencita” y “El miedo no”, que interpretaron Nacho y Pablo a dúo, retomando el modismo intimista en el que fueron grabadas originalmente. “Motel Shangai” en una versión 2.0 con banda completa. Hay invitados de lujo, Pablo Font y Diego Chamorro se suman a la celebración.

El hilo conductor es el mismo: en todas las canciones se luce esa marca registrada, ese falsete que lo obliga a fruncir el ceño y apretar el gesto, que invita a un viaje musical y que seduce e hipnotiza. La intensidad, el color de su voz, la potencia infinita. Escucharlo con los ojos cerrados y dejarse llevar, que la lírica de sus letras y esta otra faceta de experimentación electrónica nos deje flotando en el aire, nos atraviese la cabeza como flechas y nos vuele la peluca. Todo eso está pasando acá mismo en La Trastienda. No podría pedir más, pero guardan todavía una sorpresa.

Maxi García y Pablo De Caro suben, los tres al frente del escenario con“Infinito” y “Chutazo de amor”, y lo que perfilaba fiesta perfecta se torna momento histórico: Mataplantas resucita por un rato y el lugar explota, se prenden fuego los pies de los amigos que vinieron a hacer el aguante y están ahora saltando y chocándose. Algunas más de El Beat para un final a todo trapo. Se trató de un recital cargado de emoción y calidad. El Beat de la Cuestión, si de descifrarlo se trata, la presentación en vivo del disco dio cuenta de que en la música nueva Malaurie encuentra la respuesta. 

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