como Moisés, abrí la carne en dos
y un equitativo canal te atravesó
hasta los huesos
me miro los dedos, y en las puntas
habrá estado este final escrito
en los surcos de mis palmas¿?
me las miro, y no lo leo
me las acerco hasta los oídos
el eco de su silencio me ensordece
las sacudo, las presto
pero quién podría recibir
las manos que sostuvieron
el puñal que te abrió el pecho¿?
la libertad tiene esto
se te llena la boca de demonios
para exorcizarlos, los llamás por su
nombre
y el daño colateral es
decir lo innombrable
antes
de
entenderlo
cuántas Menes en tu vida¿? Cuántas veces vos también¿?