Volver a hablar del Jolgorio Mutante es repetir
con palabras lo que debe vivirse con el cuerpo. Sí, lo que debe. Porque
perdérselo es quitarle al organismo la posibilidad de una verdadera noche de
diversión. ¿Y qué esqueleto puede tolerar tamaña traición? Sólo debería
resaltar entonces que una vez al mes en el
Matienzo,
Los Mutantes
del Paraná organizan una fiesta. Y en seis letras estoy resumiendo el concepto,
la esencia misma de la celebración.
Hubo Jolgorio en agosto, y Vida Calesita estuvo
allí, porque bailar le cabe. De El
entrerriano y de Noctámbulo,
está todo dicho, también aquí, en alguna otra entrada. De Julio & Agosto con
sólo ver el lugar que se ganaron alcanza. Alcanza también con la hermandad en
la canción que hay detrás de ambas bandas, alcanza con ver que en donde haya un
cotrabajo hay garantía de calidad, alcanza con que se compartan los vientos para
identificar allí algo de identidad reiterada. No alcanzan, eso sí, los pies
para tanto baile. Apenas si los hombros pueden con el bamboleo al que se ven indefectiblemente
sometidos. Tanta sonrisa no puede hacer daño. Tanto público reunido para
festejar, tiene que querer decir algo.
Monqui
Albino, vale mencionar el sello que hace que algunas de las cosas más
maravillosas de la escena sean posibles. Vale agradecer y honrar, porque no
todos los que gestionan y agitan están arriba del escenario. Así que bien
correspondería un brindis y SALUD!, por todos los que apuestan a la movida
independiente, y la sostienen y la gestionan, y me atrevo a imaginar que es con
amor que trabajan y lo logran.
Las fotos son el testimonio que queda. La
felicidad de estar en el aquí y ahora disfrutando es parte del anecdotario
personal. Pero saber que existe la posibilidad de repetirlo y expandirse una
vez al mes, es tan real que da cosquillas. Hasta el próximo Jolgorio y buena
vida!