Me abrió el pecho una canción. Y yo que quise
que la seducción fatal me distrajera, que esas imágenes curadas me guiaran por el
último pasillo hasta el piringundín y que el alma se me enredara ahí en forma
de arte y bella. Y yo que quise que la despedida del ciclo “Bellos
Jueves” en el MNBA pasara
sin calar, irme sin cicatrices. Pero no. Hay una guitarra que sacude, que
evoca, que se prende fuego. Entonces corren las canciones y en su discurrir de
tiempo y espacio, algo se quiebra. Una noche en el museo. Acordes nuevos,
inéditos, se solapan con esos más viejos. Miloo Moya beatboxea y en esa mixtura acontece el
suceso. Lo inanimado cobra vida, lo quieto es movimiento. En la sala de
Impresionismo y Post impresionismo, lo inmortal vive el momento y los
personajes se despegan de las paredes verde-espeso. Por la izquierda nos alcanza
el agua que deja flotando a esas mujeres desnudas que desde el muro opuesto se
desprenden de las molduras que las sujetan desde el 1800. Contrastan con esas
señoras modelo s. XIX y de sombrero, que
ignoran su eterna quietud y ahora que son princesas para mí, tararean que vuela el pez. Quizás
quiera decir, sencillamente, que lo que embelesa cuando Pablo Dacal
comparte su arte reside en un punto invisible pero preciso que se abre camino
entre las patas flacas, la guitarra estruendosa, la barba crecida, la voz y el público desparramado de pie y sentado. Una
fiesta adentro de otra fiesta, adentro de otra fiesta. Y todos esos marcos
enormes y dorados, de nuevo. El corazón es el lugar. Bienvenidas las canciones
de Dacal. Pasen, está abierto.
Pablo
Dacal se presenta
junto a Fer Isella el 06 y 07 de Diciembre a las 19hs en La
Manzana de Las Luces, Perú 272 C.A.B.A.
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