La puerta estrecha, la escalera cuesta arriba,
las paredes llenas de arte callejero, con aerosoles de colores estallados en
dibujitos por todos lados. Eso fue lo más me llamó la atención la primera vez
que fui a Vuela el Pez, y de eso me enamoré: de su aire bohemio, de sus ganas
de compartir arte y artistas independientes, de promoverlos, de honrarlos y
festejarlos, de su intención sencilla y cierta de ser un espacio donde pasarla
bien sea la premisa primera.
De La Familia de Ukeleles me enamoré también,
me conquistó el honor que le hacen a su nombre: todos ensamblados a la
perfección, amoldándose y ajustándose unos a otros para sonar impecables. La voz
de Melisa, el encanto retro que todos evocan con añoranza y buen gusto, su buen
humor, lo bien que se ven y se perciben todos juntos.
Este viernes 26 La Familia de Ukeleles va a
copar el escenario de Vuela el Pez, y entre dos amores voy a estar paseándome
al ritmo del swing que destilan esas cuerdas pequeñitas. Los invito a todos a
lanzarse a la conquista, y dejarse enamorar del lugar y de esta maravillosa
Familia.
Viernes 26 de Abril – 21.30Hs – Vuela el Pez,
Córdoba 4379
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